Una de las cosas que me sorprendió más conociendo el Perú como fotógrafo profesional, fue el gran interés acerca de la Fotografía; esto hace de Lima una de las ciudades con la más alta concentración de escuelas de Fotografía en Sudamérica. Esto es bueno... y es malo. Bueno, porque como Fotógrafo no puedo más que ser feliz por esto, malo porque en la cantidad, en Lima como en otros lugares, hay muy poca calidad. El Club de Fotografía Perú, en este panorama a veces decepcionante, es como una isla feliz en un mar tempestuoso, un lugar donde la calidad y la cultura fotográfica tienen realmente sentido, sea como didáctica que como experiencia y calidad de los profesores. Un lugar que justamente se llama Club porque, alrededor de un interés común y “alto”, hay relaciones humanas, además de aprendizaje y sabiduría. Todo mi respeto y estima, que sigan los éxitos y Buena Luz a todos! 

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